Cerca del Bosque de Chapultepec vivió hace tiempo un hombre
que se enriqueció y se hizo famoso criando Cuervos para los mejores
parques zoológicos del país y del mundo y los cuales resultaron tan
excelentes que a la vuelta de algunas generaciones y a fuerza de buena
voluntad y perseverancia ya no intentaban sacar los ojos a su criador
sino que por lo contrario se especializaron en sacárselos a los mirones
que sin falta y dando muestras del peor gusto repetían delante de ellos
la vulgaridad de que no había que criar Cuervos porque le sacaban a
uno los ojos.
que se enriqueció y se hizo famoso criando Cuervos para los mejores
parques zoológicos del país y del mundo y los cuales resultaron tan
excelentes que a la vuelta de algunas generaciones y a fuerza de buena
voluntad y perseverancia ya no intentaban sacar los ojos a su criador
sino que por lo contrario se especializaron en sacárselos a los mirones
que sin falta y dando muestras del peor gusto repetían delante de ellos
la vulgaridad de que no había que criar Cuervos porque le sacaban a
uno los ojos.
La moraleja, nosotros como seres humanos somos egoístas y pesimistas, ya que solo enseñamos lo que nos conviene y no podemos ver más allá de nuestros propios intereses. Posiblemente el criador se enriquecía de forma momentánea para sacar provecho pero nunca pensó en los demás, porque los cuervos siguieron sacando lo malo de ellos pero ya no hacia su dueño sino hacia los demás, como un acto de vandalismo y aberración.
El contenido social es que vemos todos los días ya que el capitalismo es precisamente eso, agarra lo que hay a nuestro alrededor para nuestro propio beneficio como lo hace el CACIF enriqueciéndose con la desgracia de Guatemala lo cual cada di los favorece a ellos, entrenando cuervos para que exploten a los de clase media baja pero como los de CACIF les dan de comer no se atreven ni siquiera a verlos de frente.
Aun dentro de las mismas clases sociales, hacemos exactamente lo que la moraleja dice, Tito Monterroso, fue realista al decir que el
Señor se enriquecía con la desgracia de que los cuervos le sacaban los ojos a los demás menos a él, si eso sucedía en aquellos tiempos en que este escritor lo dijo, imaginemos cuanto aún mas ahora que todo mundo trata de sobrevivir con lo que tiene , aun que eso represente pasar sobre los demás apachandolos o propiamente, sacándole los ojos por un mejor bienestar propio.
Dentro de la moraleja, es el criador de cuervos, pero en la realidad, somos nosotros mismos, que estamos inmersos en toda esta desgracia social. Cada quien lucha por ver como le hace para salir sin importar a quien se truene por delante.
Analisis
Moraleja
CABALLO IMAGINANDO A DIOS
A pesar de lo que digan, la idea de un cielo habitado por Caballos
y presidido por un Dios con figura equina repugna al buen gusto y a la
lógica más elemental, razonaba los otros días el Caballo.
Todo el mundo sabe -continuaba su razonamiento- que si los
Caballos fuéramos capaces de imaginar a Dios lo imaginaríamos en
forma de Jinete.
Analisis
Moraleja
CABALLO IMAGINANDO A DIOS
A pesar de lo que digan, la idea de un cielo habitado por Caballos
y presidido por un Dios con figura equina repugna al buen gusto y a la
lógica más elemental, razonaba los otros días el Caballo.
Todo el mundo sabe -continuaba su razonamiento- que si los
Caballos fuéramos capaces de imaginar a Dios lo imaginaríamos en
forma de Jinete.
El animal simboliza, la poca perspectiva y lo inútiles que muchas veces podemos ser los seres racionales, pensar en forma diminutiva y conformarnos con lo poco que esta a nuestro limite.
Ciertamente el autor deseaba plasmar la idea de que siempre necesitamos un jinete o un señor, para que nos guíe y nos de instrucciones, talvez así las cosas nos salen perfectas y como deseamos.
Día con día vemos esa ignorancia a nuestro alrededor, todos pintan un, ojala, si yo pudiera, si al caso lograra esto o aquello cuando se les va la vida imaginando un mundo perfecto y nos quedamos ignorantes con cabeza de caballo, viendo solo a una dirección, cuando tenemos mucho mas mundo por recorrer.
El ser humano, por debajo de la mesa, sigue siendo un ser conformista, que necesita de uno más grande para poder ser alguien, busca una ideología que seguir ya sea, ateo, católico, evangélico, mormón pero siempre algo a que aferrarse, porque sin ese algo pareciera que no tiene identidad. Cada quien ve su propio forma de ver al mundo pero ninguno quiere salir de su jaula pensando que necesita una figura más grande para poder ser alguien.
No hay comentarios:
Publicar un comentario